El presidente de la Coalición de representantes del Transporte Público en Morelos, Víctor Mata Alarcón, reveló que diversas colonias y municipios de la región representan un alto riesgo para los conductores del transporte público, quienes se ven obligados a suspender servicios en ciertos horarios y zonas debido a la creciente delincuencia.
Entre las áreas identificadas como peligrosas se encuentran las colonias Lagunilla, Antonio Barona, Satélite, Universos, en Cuernavaca, así como Civac y La Joya en Jiutepec y Yautepec. Además, el municipio de Huitzilac ha sido escenario de asaltos y robos a transportistas desde hace años.
Víctor Mata Alarcón manifestó su preocupación y denunció la difícil situación que enfrentan a diario, destacando que, a partir de las 8:00 de la noche, es cada vez más complicado encontrar taxis en todo el estado. Acusó la falta de acciones concretas por parte de las autoridades para abordar este problema, que afecta tanto a conductores como a usuarios del transporte público.
El líder de los taxistas señaló que, en algunos casos, los mismos pasajeros se convierten en «verdugos», solicitando el servicio y luego asaltando a los conductores. Ante esta situación, han optado por suspender el servicio en ciertas colonias y en horarios específicos como medida de protección.
El municipio de Temixco también ha experimentado problemas de seguridad, resultando en la suspensión prácticamente total del servicio de taxis hace unos meses. Denuncias de amenazas y extorsiones a choferes llevaron a esta drástica medida, que refleja la vulnerabilidad de los trabajadores del transporte público en la región.
La ruta 11, operadores del transporte público con itinerario fijo, también tuvo que suspender actividades tras sufrir ataques en una de sus bases en Temixco. Incidentes violentos, incluyendo un ataque con arma de fuego en la terminal de la ruta 11 en diciembre pasado, resaltan la precaria situación de seguridad que enfrentan los conductores, quienes denuncian la presión del «cobro de piso» por parte de grupos criminales.
A pesar de los desafíos, los choferes luchan por reactivar sus servicios, aunque con limitaciones impuestas por las amenazas y la inseguridad que persiste en varias zonas del estado. La situación demanda una atención urgente por parte de las autoridades para salvaguardar la integridad de los conductores y mejorar la seguridad en el transporte público de la región.