Ante el reciente crimen contra los tres jóvenes que fueron asesinados cuando regresaban a Morelos, el titular de la Comisión Estatal de Seguridad de la entidad, José Antonio Ortiz Guarneros, recomendó a la población no detenerse en la carretera federal México-Cuernavaca, a la altura del Municipio de Huitzilac.
«A la gente se le recomienda que no se detenga en carretera, sino en restaurantes, la última vez que recuperamos a unas personas fue porque se detuvieron en la carretera y los levantaron; se llevaron a dos y dos lograron escapar, y avisaron y buscamos a los demás», dijo el funcionario a medios de comunicación.
«Ningún lugar de la carretera donde esté desolado se deben de detener, ninguno. En ningún horario. A esos los levantaron de día», reiteró.
El pasado 12 de abril, los hermanos Luis Enrique y Luis Javier García Díaz, de 34 y 29 años, respectivamente, y Noemí Guadalupe Arias Sosa, de 32 años de edad, desaparecieron tras volver de un viaje de ida y vuelta a la Ciudad de México.
Luego que sus familiares ejercieron presión a las autoridades con sus propias averiguaciones y un bloqueo, la Fiscalía General del Estado (FGE) reportó su hallazgo dos días después en un paraje de «Fierro del Toro», en el poblado de El Capulín en Huitzilac.
Hasta el momento, la Fiscalía no ha ofrecido una línea de investigación que conduzca al móvil del crimen contra los tres jóvenes, pero Ortiz Guarneros que una de las posibles causas esté relacionada con el robo del vehículo donde se trasladaban las víctimas.
«Seguimos revisando cámaras, es algo que tarda (…) Hasta donde sabemos, el vehículo no se ha recuperado y suponemos, es un supuesto, que sea el móvil», dijo.
El funcionario alertó sobre la presencia de al menos tres bandas dedicadas al secuestro, robo de autos y talamontes, provenientes del Estado de México, la Ciudad de México y de la misma localidad.
En marzo de 2022, tres hombres fueron reportados como desaparecidos en el poblado Fierro del Toro, presuntamente por un conflicto de tala de árboles.
Posteriormente, dos de ellos fueron encontrados sin vida en el pueblo de Parres, en Tlalpan.
En diciembre de ese mismo año, familias de la Séptima Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas fueron intimidadas por hombres armados cuando realizaban trabajos de prospección, a unos dos kilómetros al norte de la cabecera municipal de Huitzilac.
Tiempo atrás, las familias habían recibido informes sobre fosas clandestinas en la zona.
AGENCIA REFORMA.