El exfutbolista y actual gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ha solicitado licencia de su cargo para buscar una diputación federal por el partido Morena. Su decisión llega en medio de un panorama desolador: durante su administración, el estado ha enfrentado cifras récord de violencia, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En los últimos cinco años, los homicidios dolosos casi se duplicaron, pasando de 783 en 2018 a 1,504 en 2023. Los feminicidios también alcanzaron niveles alarmantes, con 45 casos registrados en 2023 frente a los 28 de hace seis años. Las extorsiones crecieron de manera exponencial, de 24 víctimas en 2018 a 249 en 2023, mientras que los secuestros y otros delitos contra la libertad personal han dejado huella en la seguridad de la entidad.
La organización Morelos Rinde Cuentas criticó la gestión de Blanco, señalando su ausencia en las mesas de seguridad y su falta de responsabilidad en la estrategia de seguridad del estado. Además, el gobernador ha enfrentado acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito, con solicitudes de desafuero y demandas para iniciar juicio político en su contra, aunque ninguna de estas acciones ha prosperado hasta el momento.
La percepción de inseguridad en Morelos se mantiene entre las más altas del país, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe). A pesar de este panorama, Blanco busca ahora un puesto en la próxima Legislatura como diputado federal, mientras promete retomar sus funciones como gobernador tras el proceso electoral del 2 de junio.
La incertidumbre y la preocupación sobre el futuro de la seguridad en Morelos persisten, mientras la ciudadanía espera acciones concretas para abordar el problema que ha marcado la gestión de Cuauhtémoc Blanco.