El dióxido de carbono (CO2) constituye el 63.9% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en México, equivalente a aproximadamente 456.3 millones de toneladas, según el informe «Emisiones y fuentes de los Gases de Efecto Invernadero (GEI)» elaborado por el área de Estudios Económicos de BBVA Research.
El informe destaca que las emisiones de CO2 provienen principalmente de la quema de diversos combustibles para transporte, generación de calor o energía eléctrica. Entre 1990 y 2021, México experimentó un aumento del 42.9% en las emisiones de dióxido de carbono, pasando de 319.3 millones de toneladas métricas a 456.3 millones de toneladas métricas.
La Agencia Internacional de Energía de Estados Unidos (IEA) advierte que México enfrenta rezagos significativos en la transición energética en comparación con otros países de Latinoamérica. Se proyecta que el uso de combustibles fósiles para la generación de energía permanecerá bajo las mismas políticas actuales hasta al menos el año 2050.
Para mitigar las emisiones de CO2, se implementan acciones como la reducción de la quema de combustibles fósiles y la adopción de fuentes de energía más limpias, como la solar y eólica, así como la transición hacia vehículos eléctricos.
Después del CO2, el metano es el segundo gas contaminante más emitido en México, alcanzando las 198 millones de toneladas métricas, equivalente al 27.7% del total de GEI. Las emisiones de metano provienen principalmente de la ganadería y de la industria de extracción, procesamiento y entrega de petróleo y gas natural.
Aunque su contribución es menor, el metano tiene un potencial de calentamiento 28 veces mayor que el dióxido de carbono. Tras el CO2 y el metano, el óxido nitroso ocupa el tercer lugar en contribución al efecto invernadero, con un potencial de calentamiento 285 veces mayor que el dióxido de carbono.
En 2021, las emisiones de óxido nitroso alcanzaron las 36.3 toneladas, representando el 5.1% de las emisiones totales de GEI. Por último, los hidrofluorocarbonos, utilizados principalmente como refrigerantes y en aires acondicionados, constituyen el 3.3% de las emisiones totales de GEI en México, con unas 23.4 millones de toneladas.