Lo que comenzó como una sesión de limpieza espiritual con un espiritista en la Ciudad de México terminó en una escalofriante extorsión, donde la víctima fue amenazada y se le exigió el pago de 2 mil pesos para evitar la invención de supuestas prácticas de brujería contra sus familiares.
Este caso no es aislado, sino un ejemplo de una creciente tendencia delictiva en la capital mexicana: las extorsiones vinculadas a servicios esotéricos. Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, en su reporte más reciente de 2023, se han registrado 198 casos, marcando un drástico aumento en comparación con los 29 casos de 2022 y los 17 de 2021.
Salvador Guerrero Chiprés, titular del organismo, advirtió sobre la importancia de establecer límites en la fe metafísica y la necesidad de construir una barrera contra los defraudadores para proteger el patrimonio. «El límite de nuestra fe metafísica debe estar en el de la vigilancia de nuestro patrimonio y asumir que podemos construir una valla contra los defraudadores», afirmó.
La solicitud de amarres encabeza la lista de motivos por los cuales las personas se acercan al esoterismo y terminan siendo víctimas de delitos, seguida de cerca por las lecturas de cartas y las limpias.
Según las estadísticas del Consejo, seis de cada diez casos atendidos culminaron en extorsión consumada, mientras que el resto quedó en tentativa. En tan solo tres de cada diez casos se inició una averiguación, evidenciando la complejidad de enfrentar legalmente este tipo de delitos.
El auge de estas extorsiones esotéricas plantea desafíos significativos para las autoridades y destaca la importancia de la prevención y la concientización para proteger a la población de prácticas delictivas que aprovechan la vulnerabilidad de aquellos que buscan respuestas en el mundo espiritual.