En el marco del foro «USMCA Forward 2024» organizado por Brookings Institution, Katherine Tai, titular de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR), resaltó la importancia de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, señalando que este proceso estará acompañado de «incomodidad constructiva» y cierta incertidumbre para los países involucrados.
Tai enfatizó que mantener cierto nivel de incomodidad e incertidumbre es esencial para motivar a las partes a abordar las tareas difíciles de reevaluar políticas comerciales y programas comerciales. «El punto es mantener cierto nivel de incomodidad para mantener a las partes motivadas a hacer la tarea difícil, que es reevaluar nuestras políticas comerciales, nuestros programas comerciales para asegurar que se está respondiendo realmente a los cambios que estamos enfrentando», explicó la funcionaria.
Durante su participación, Tai consideró que esta incomodidad no es un error en el proceso del tratado, sino una característica necesaria para llegar a acuerdos significativos. Entre las principales preocupaciones destacadas desde la firma del T-MEC se encuentran la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los próximos cambios de gobierno en ambos países, desacuerdos en sectores como el energético y agroindustrial, así como las reglas de origen en el sector automotriz y el seguimiento a casos laborales.
La representante comercial subrayó que el mecanismo de revisión es crucial y debe abordarse de manera responsable, reconociendo que la incomodidad es una característica inherente al proceso y no un error. Tai afirmó que los cambios actuales se dan en diferentes niveles, destacando la influencia de nuevos actores en las relaciones y la competencia global.
Recordando la controversia inicial en torno al mecanismo de revisión, la funcionaria estadounidense resaltó que, con el tiempo, se logró explicar y aceptar esta cláusula como un compromiso entre los tres países. Finalmente, Tai afirmó que el T-MEC representa una versión mejorada de las bases dejadas por el TLCAN, destacando logros como la unificación de la cadena de suministros regional, incluso antes de reconocer la importancia de la ubicación de los suministros.