El Estado colombiano y el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), anunciaron ayer la suspensión de acciones ofensivas bilaterales como parte de los esfuerzos para poner fin al conflicto armado en el país sudamericano.
Durante el inicio de una mesa de diálogo entre autoridades y representantes del EMC, facción armada que se desligó del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Gobierno y las FARC, algunos dirigentes campesinos lanzaron consignas ante el temor de que no se llegara a un acuerdo.
Al cierre de la jornada, ambas partes reconocieron que buscarán formalizar el cese bilateral al fuego con la firma de un decreto ejecutivo por parte del Gobierno el próximo 16 de octubre.
«A partir de este momento se ordena tanto por la organización nuestra e igualmente por el presidente de la República la suspensión de operaciones ofensivas entre nuestras fuerzas», anunció Andrey Avendaño, representante del EMC en el diálogo.
El inicio de las negociaciones ha estado rodeado de tensiones, luego de que el EMC detonó dos coches bomba en en el suroeste colombiano, las cuales dejaron dos muertos y siete heridos.
AGENCIA REFORMA.