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Trump vuelve a la batalla política: “Ya he tomado la decisión”

Algunos medios hablaron la semana pasada que sería cosa del mes de julio (aunque vinieran de su entorno, ”eran fake news”, dice el expresidente a New York). Hay, al menos, dos urgencias. Por un lado, está aprovechar las muchas debilidades del que, de momento, es su más probable contrincante, el presidente Joe Biden, al que se la amontonan los problemas (el último, una encuesta de The New York Times y Siena College, según la cual, el 64% de los votantes demócratas preferirían que se presentara “cualquier otro”, sea lo que sea lo que esconda esa incógnita). Por el otro, asoma la idea de que si Trump lanza su carrera ahora que faltan dos años y medio, eso podría alejar la posibilidad de una imputación por las revelaciones de la comisión bipartidista que investiga el ataque al Capitolio. La última la soltó la republicana Liz Cheney al final de la séptima sesión de conclusiones del comité: aparentemente, el magnate llamó a uno de los testigos que está colaborando con los congresistas, alguien que trabajó para él. Esa persona no le cogió el teléfono, y lo puso en conocimiento de la justicia. ¿Quería influir sobre su ánimo delator? Eso tampoco está del todo claro.

El hecho de que Trump anuncie su candidatura antes o después de las elecciones es importante. Sobre todo lo es para sus compañeros de partido, un partido que tiene secuestrado desde que perdió las elecciones en 2020 y se empeñó en la teoría, que se ha demostrado carente de base, de que se las robaron los demócratas. En ella sigue embarcada, como volvió a demostrar en un mitin celebrado en Anchorage (Alaska), al que acudió a apoyar a sus candidatos para las primarias en ese Estado, entre ellos, Sarah Palin, que optó a la vicepresidenta junto a John McCain y fue una de las figuras más destacadas del Tea Party, movimiento político que, hace algo más de una década, sirvió de temprano laboratorio del estilo que llevaría al magnate neoyorquino a la Casa Blanca, alterando quién sabe si para siempre las reglas de Washington.

La historia de las primarias que se han celebrado en 31 Estados hasta el momento (faltan otros 19) ha sido, del lado conservador, la historia de la influencia que aún tiene, o no, Trump. Todas y cada una de las citas se han interpretado en esa clave, dado que el expresidente ha escogido sus candidatos (a cada cual más heterodoxo) en cada carrera. No siempre ha acertado.

Información redactada por: Iker Seisdedos para El País

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