Inversionistas en la Bolsa de Comercio de Chicago (CME por sus siglas en inglés) dejaron de apostarle a la fortaleza del peso mexicano la semana pasada, después de haber mantenido posiciones a favor en las últimas 10 semanas. Los contratos finalizaron en 26,400 en contra, entre el 13 y el 17 de junio, su menor nivel desde el 7 de diciembre del 2021.
La reducción de la semana pasada fue de 59,100 contratos, muestra el reporte del CME, aunque las posiciones netas cortas no se tornaban negativas desde la semana del 14 al 18 de marzo de este año.
”Los resultados de la última semana de las posiciones netas de especuladores de futuros del peso mexicano en el mercado de Chicago tuvieron una caída muy importante, de tal manera que ahora ya se encuentran netas cortas, lo que nos estaría mostrando que los inversionistas están esperando que el peso se siga depreciando y que el dólar continúe fortaleciéndose”, explicó Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis en Monex Casa de Bolsa.
Lo anterior, prosiguió, a medida que los mercados de futuros apuestan nuevamente a un incremento de 75 puntos base en la siguiente decisión de política monetaria, por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, con lo cual, en principio, se volvería mucho más atractivo invertir en dólares y, posiblemente, estos incrementos provocarán incertidumbre en los mercados emergentes.
El número de contratos tuvieron un fuerte ajuste, la semana pasada, comentó Alain Jaimes, analista económico en Signum Research, lo cual refleja que “los inversionistas están siendo pesimistas, a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales de economías emergentes para que sus divisas no pierdan competitividad”.
La caída en los contratos del peso en Chicago Mercantile Exchange también puede ser el resultado de la incertidumbre derivada de la pandemia, de la guerra entre Rusia y Ucrania, además, de los riesgos de una recesión económica.
”Ante tales escenarios, la reestructuración de portafolios se inclina hacia activos de menor riesgo y el peso, si bien es una moneda líquida y que destaca entre sus pares emergentes, es considerado un activo riesgoso. En ese sentido, la reducción en el número de contratos podría responder a tales efectos, a pesar de los movimientos monetarios que se han instrumentado”, puntualizó el economista de Signum Research.
Los especialistas consideraron que el escenario se está complicando y generaron presiones para el peso, luego de que la semana pasada finalizó con una depreciación de 1.90% o 37.89 centavos frente al dólar, cotizando alrededor de 20.3589 unidades por billete verde, muestran datos de Banxico.
Mientras que la semana pasada, el índice dólar finalizó con un avance de 0.79%, colocándose en las 104.71 unidades.
Janneth Quiroz explicó que es muy posible que el peso se siga ajustando y dependiendo de cómo evolucionen los datos de inflación sería el impacto en el tipo de cambio.
“Se espera mayor volatilidad para el peso y, en mi opinión, ahora tendremos mucha mayor incertidumbre y volatilidad cada vez que tengamos reunión de política monetaria y cada vez que se publiquen datos de inflación, sobre todo en Estados Unidos. Estaremos observando algo similar a lo que vimos en la última semana, después de que se publicó el dato de inflación de mayo”, dijo.
Por su parte, el analista económico en Signum Research consideró que será difícil ver que el peso pueda romper nuevamente el piso de las 20 unidades, pues “es más probable que toque las 21 unidades en algún momento de este año”.