Error en la base de datos de WordPress: [Table './rodrilos_newsok/wp_l24bd_wpcounter_visitors' is marked as crashed and should be repaired]
SELECT COUNT(*) FROM wp_l24bd_wpcounter_visitors WHERE ip= '44.223.39.199' AND visit_date='2024-03-29'

Error en la base de datos de WordPress: [Table './rodrilos_newsok/wp_l24bd_wpcounter_visitors' is marked as crashed and should be repaired]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_l24bd_wpcounter_visitors`

Plantas del desierto de Sonora peligran por cambio climático

Antes se pensaba que las plantas del desierto de Sonora eran casi inmortales porque sobrevivían en este ecosistema, considerado el más cálido y seco de Norteamérica, pero el cambio climático está causando su declive y son reemplazadas por arbustos capaces de aprovechar las lluvias esporádicas y las temperaturas más elevadas.

Así lo documentó un estudio liderado por la Universidad de California en Riverside (UC Riverside) publicado en «Functional Ecology» que examinó la redistribución de las plantas en este desierto que cubre parte del territorio de Sonora, Baja California y Baja California Sur en México, así como áreas de Arizona y California en Estados Unidos.

«Pensábamos que la mayoría (de plantas) se moverían a altitudes más altas con temperaturas más frescas, pero mientras algunos árboles de altitudes más bajas están en declive y cambiando hacia arriba, también estamos viendo algunas otras especies moviéndose abajo, hacia las partes más calientes del desierto», explicó Tesa Madsen-Hepp, doctorante en UC Riverside y autora principal de la investigación.

Los científicos visitaron el Centro de Investigación del Desierto Philip L. Boyd Deep Canyon, ubicado al sur de Palm Desert, California, en 2019 para recolectar muestras de plantas en esta área que abarca alrededor de 2.4 kilómetros de desierto a montañas.

Especies conocidas por ser muy tolerantes al calor, como el enebro de Baja California y el pino piñonero, están en declive o moviéndose hacia arriba. Sin embargo, incluso si se encuentran en altitudes más elevadas no parecer prosperar ahí, precisó Madsen-Hepp.

Sus antiguos sitios de baja altitud ahora están ocupados por plantas con sistemas de raíces menos profundas, como la flor de Rocío o incienso y el ocotillo, que no dependen tanto del agua de suelos profundos cada vez más escasa, agregó la especialista en evolución y ecología.

Estas especies más pequeñas pueden crecer a mayor velocidad e invierten menos recursos en producir hojas, las cuales caen durante sequías, explicó Marko Spasojevic, coautor del estudio.

«En otras palabras, pueden dejar caer las hojas cuando las condiciones se vuelven demasiado estresantes y esperar a que termine la sequía», ahondó.

Las plantas que conservan sus hojas están en desventaja en comparación las que pueden desprenderlas fácilmente porque al soltarlas, la atmósfera no puede obtener agua de las hojas, situación que alivia la demanda de agua en las raíces para recuperar el líquido perdido.

Los investigadores calcularon que las plantas en el desierto de Sonora se están moviendo cerca de 29 metros hacia arriba cada década en respuesta al calentamiento global.

«A menudo pensamos en la tundra como el indicador del cambio climático. Los ecosistemas árticos y alpinos son muy sensibles. Estamos viendo aquí que este ecosistema es igual de sensible, si no es que más. Ya sabemos la respuesta para aliviar el estrés. Es muy sencillo: reducir las emisiones de combustibles fósiles», resaltó Spasojevic.

REFORMA.

Deja un comentario