Tras decretar la ocupación temporal de un tramo de 120 kilómetros de vías de la empresa Ferrosur, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que no revertirá ninguna concesión ferroviaria en el País.
El Mandatario informó que su única pretensión es garantizar que el Estado tenga la propiedad y el manejo de unos 3 mil kilómetros de vías, ubicadas en el sur del territorio nacional.
En conferencia, mostró un mapa y descartó la posibilidad de cancelar las concesiones otorgadas en el Gobierno del priista Ernesto Zedillo a empresas que operan en el centro y el norte de México.
Además, calificó como «una exageración» la polémica generada por la toma de las instalaciones de Ferrosur, empresa propiedad de Germán Larrea, dueño de Grupo México.
«No es nuestro propósito revertir esas concesiones, por eso fue una exageración lo que hicieron por 120 kilómetros, nada más esto fue todo el escándalo», dijo, mientras señalaba en un mapa el tramo entre Medias Aguas y Coatzacoalcos.
«Nosotros lo que queremos es esto, nada más, hasta Guatemala, el puerto Chiapas, el puerto Salina Cruz, Ixtepec, donde ha una base aérea. Nosotros vamos a llegar hasta dejar liberadas las vías del Istmo, la vía de Guatemala a Ixtepec, de Salina Cruz a Coatzacoalcos, de Coatzacoalcos a Palenque y el Tren Maya, estamos hablando como 3 mil kilómetros de vías férreas. Entonces, hasta ahí llegamos».
Sin embargo, López Obrador planteó un escenario en el que su Gobierno podría realizar una oferta a las empresas ferroviarias que tienen las concesiones, para recuperar la infraestructura.
«Imagínense que yo les hubiese propuesto, a ver: ¿Cuánto recibió el Gobierno por concesionar las líneas de ferrocarril de México? ¿Cuánto pagaron en ese entonces?»
«Hasta les podría yo decir: Les pago, incluso con actualización, lo que pagaron y nos las devuelven, porque se las remataron, se las entregaron», expresó, tras recordar que unos 20 mil kilómetros de vías quedaron en manos de empresas privadas, a través de concesiones.
AGENCIA REFORMA.