Al considerar que el presupuesto público “es uno de los instrumentos que todo gobierno tiene para garantizar la tranquilidad, el desarrollo y la felicidad de su pueblo”, el diputado integrante del Grupo Parlamentario del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Arturo Pérez Flores, propuso la armonización en el estado de la Ley Federal de Austeridad Republicana, para crear la Ley de Austeridad para el Estado de Morelos.
El legislador precisó, en su exposición de motivos, que esta ley “cuenta con la virtud de ofrecer garantías al pueblo de Morelos”, que el gasto público se destine “a las necesidades más sentidas de la población”, y sostuvo que “el erario debe ser utilizado de la forma más eficaz para garantizar que exista el desarrollo de programas e implementación de proyectos”.
Algunas de las acciones que se plantean en la propuesta del legislador Pérez Flores, se destacan: “eliminar gastos no esenciales, como escoltas para funcionarios, excepto para el gobernador y titulares de Fiscalías y de la Comisión Estatal de Seguridad Pública”; así como viajes nacionales y al extranjero en primera clase.
Además, en dicha ley se descarta “establecer o cubrir con recursos públicos estatales haberes de retiro o regímenes especiales de jubilación o pensión”, así como la contratación de seguros privados de gastos médicos, de vida o de separación individualizada o colectiva por parte de entes públicos estatales para beneficio de cualquier funcionario, exceptuando aquellos necesarios por corresponder a una función de alto riesgo.
En este mismo sentido, la normativa contempla, entre otras medidas “no aumentar plazas en dependencias gubernamentales y cancelar viáticos para servidores públicos de primer nivel”, la cual, de aprobarse, significaría “un ahorro anual de 100 millones de pesos que podrían ser canalizados a inversión pública prioritaria para los municipios de nuestra entidad”, estimó el diputado por el Distrito XI.
Finalmente, el diputado Arturo Pérez aseguró que “el despilfarro lastima la realidad de miles de morelenses. El pueblo ve con recelo la compra de automóviles de lujo, remodelaciones estéticas en oficinas muy extravagantes, contratación excesiva de personal o efectivos de custodia para funcionarios que no los necesitan”.
